Gracias a su geología especial, debida a un suelo extremadamente calcáreo y al trabajo del agua, el Jura es un territorio bien dotado de cascadas, cuevas, gargantas y otras cavidades que hacen del barranquismo una actividad muy desarrollada en esta región de Francia. Con esta actividad, experimentarás fuertes sensaciones que te dejarán un recuerdo inolvidable. Puedes realizarla con tu familia, tus amigos, tu grupo de empresa o incluso con motivo de una despedida de soltero/a.

¿Dónde hacer descenso de barrancos en el Jura?

Hay muchas opciones para este tipo de actividad, especialmente en el macizo del Jura, donde hay 8 cañones que te harán feliz. Entre ellos: el cañón de Coiserette, las hoces de Malvaux, el cañón de Langouette, el cañón de Grosdar, el cañón de Vulvoz, el cañón de Flumen, el cañón de Bief de la Goulette y el cañón de la Semine. Todos estos cañones son fácilmente accesibles y tienen varios niveles que van desde lo fácil, para los principiantes, hasta lo muy difícil, para los más experimentados. Así que no te preocupes, ¡esta actividad es muy accesible para todos!

- El cañón de la Langouette: Situado no muy lejos de Planches-sur-Montagne, este cañón es corto pero intenso y ofrece un recorrido bastante técnico que hará las delicias de los más experimentados. Se ofrecen saltos, rápeles, toboganes y una tirolina. Una cascada de 25 metros te espera en este increíble lugar.

- El cañón de la Coiserette: Situado cerca de Saint Claude, este cañón se considera a menudo como el más bello de la región. Ofrece un recorrido deportivo y lúdico a través de rápeles sobre cascadas, saltos y toboganes que harán las delicias de adultos y niños de 12 a 14 años. El curso durará todo el día.

- Las gargantas de Malvaux: Situadas en Foncine le Bas, este descenso de barrancos es sin duda el más lúdico y el más acuático del Jura. En este recorrido encontrarás muchos saltos y tendrás la posibilidad de sumergirte en el agua a través de un sifón. Es perfecto para todos los aventureros que quieran descubrir el barranquismo.

- El cañón de Grosdar: Situado en Saint-Claude, este cañón es accesible para todos y se distingue por dos de sus cascadas: la Queue de Cheval y la Queue d'âne, de 30 y 70 metros de longitud respectivamente, a las que se desciende en un impresionante rapel. Por lo demás, tendrás derecho a divertidos saltos y pequeños toboganes, todo ello en un entorno de ensueño.

- El cañón de Vulvoz: Este cañón es bastante corto, así que lo mejor es combinarlo con el de Coiserette. Aquí encontrarás un gran tobogán que te arroja a una cuenca suspendida, una cascada de 30 metros en rápel y varios saltos.

- El cañón del Flumen: Situado en Septmoncel, este cañón salvaje presenta un recorrido bastante deportivo en el que encontrarás toda una serie de descensos en rápel que requieren habilidad técnica. Para los más experimentados, es un campo de juego perfecto con un entorno verde que hace que este descenso sea único.

- El barranco del Bief de la Goulette: Situado en Jeurre, este barranco tiene la particularidad de ofrecer únicamente descensos con cuerda y es un lugar ideal para perfeccionar tu técnica de rappel. El escaso caudal natural de este río lo convierte en un río en el que se puede practicar el barranquismo desde muy temprano. También es un "cañón de reserva" cuando todos los demás ríos se inundan.

- El Cañón de la Semine: Situado cerca del pueblo de Belleydoux, este cañón es accesible a todos los niveles y permite realizar saltos de 3 a 10 metros. En este divertido recorrido no hay rápeles, sólo saltos y toboganes.

¿Qué se me proporcionará para realizar la experiencia?

Como la temperatura del agua no alcanza los 10°C, por supuesto, se te proporcionará un traje de neopreno, calcetines de neopreno, un arnés, un casco, un cordón y un descensor. Sin embargo, debes recordar traer el traje de baño y la toalla, así como calzado deportivo cerrado.

No esperes más, reserva ahora y ven a disfrutar de los placeres de esta actividad.